miércoles, 16 de noviembre de 2011

poema de alejo carpentier

loading <>Tardes del MalecónA través de un calado jirón de nube, rosapor el último rayo de sol agonizante,luce Venus su fuego de pulido brillante y la luna su aspecto de palidez medrosa. El crepúsculo acaba. La tarde silenciosa, avanza lentamente, y el manto acariciante de sus velos, extiende sobre el rizo constante de la sondas, que mueren la orilla rocosa. Ha expirado la rubia luminaria del día y, mientras que descansa el Morro su grandeza sobre la dura margen de la costa bravía, simulando la sombra de un gigante tendido, la noche, calurosa, descansa su pereza sobre la superficie del mar adormecido

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